La Inseminación artificial es un sencillo e indoloro tratamiento de reproducción humana asistida.
Es un sencillo tratamiento de reproducción asistida que consiste en depositar una muestra adecuada de semen en el tracto reproductor femenino.
Con este procedimiento aumentan las probabilidades de embarazo con respecto a una relación sexual debido a que la muestra de semen es tratada y capacitada previamente en el laboratorio, además se estimula el ovario para controlar el crecimiento y maduración de los óvulos, lo que se conoce como estimulación ovárica.
¿Cuándo hacer una inseminación artificial?
Este tratamiento está indicado en mujeres de 38 años que dispongan de una buena reserva ovárica, cuando existe permeabilidad tubárica, muestra espermática adecuada y en mujeres solas. El número de ciclos a realizar puede variar.
Nuestro consejo es que en menores de 35 años, si después de 3 intentos no se consigue gestación, se debe de considerar el paso al tratamiento de Fertilización In Vitro o (FIV).
¿Cómo es el tratamiento de inseminación artificial?
El ciclo se puede realizar tanto en un ciclo natural como en un ciclo de estimulación ovárica consiguiéndose en éste último el desarrollo de varios folículos, disponiendo por tanto de más óvulos, con ello aumentamos la probabilidad de éxito.
Una vez que los óvulos alcanzan el tamaño adecuado, se induce la ovulación mediante HCG, programando la inseminación pasadas 36 horas.
El día de la inseminación se recoge una muestra de semen en un frasco estéril que se entrega en nuestro propio laboratorio, donde es procesada para mejorar e incrementar el potencial de los espermatozoides, usando para ello diferentes técnicas de lavado que eliminan del eyaculado el plasma seminal, los restos celulares, los espermatozoides muertos, inmóviles o lentos.
Finalmente se obtiene un volumen pequeño en medio de cultivo, con la población de espermatozoides de mayor movilidad y capacidad de fecundación. Con este material se procederá a inseminar.
La inseminación se hace sin ningún tipo de sedación y puede realizarse en consulta, de esta manera no tendremos que entrar en quirófano. Tras la colocación de la muestra de semen en el interior del útero, la paciente reposará en torno a 15 minutos.
A los 15 días realizará la prueba de embarazo mediante la obtención de una muestra de sangre para cuantificar la HCG. Hasta la realización de la prueba de embarazo se recomienda a la paciente hacer una vida normal, exceptuando actividades de alta intensidad.
Tipos de inseminación artificial
- IAC (Inseminación Artificial Conyugal): Es cuando se usa semen de la pareja.
- IAD (Inseminación Artificial con semen de Donante): Es cuando se usa un semen de donante compatible.
Reposo después de una inseminación artificial
Al realizar una inseminación artificial os/te darán unas simples pautas a seguir para que el procedimiento transcurra con la mayor normalidad.
Lo más normal es que después de una inseminación se recomiende una pausa de entre 15 y 20 minutos con el fin de relajarse y tener algo de intimidad. Este corto periodo de tiempo no tiene nada o casi nada que ver con las posibilidades de aumentar la concepción. Una vez finalizado los 15- 20 minutos se recomienda hacer vida normal a excepción de casos puntuales que por trabajo necesiten hacer esfuerzos más grandes.
No se recomienda hacer un reposo excesivo al igual que no se recomienda pensar en exceso en el embarazo, sabemos que es un momento complicado para no pensar en eso pero, cuanto más relajada/dos estés mejor ya que reducirás el estrés y la ansiedad del tratamiento y esto favorece y mucho. Leer, hablar de temas que poco tienen que ver con la maternidad o el tratamiento, ver una película o incluso hacer ejercicio controlado nos ayudará a tener la mente despejada.
Durante la betaespera es de vital importancia tener los nervios tranquilos y reducir al máximo nuestro estrés o ansiedad. Si vivís en pareja, apoyarse y entenderse es una gran medicina para pasar este «tiempo».