Existen dos técnicas de Fecundación In Vitro: FIV Convencional y FIV ICSI (Microinyección Espermática)
La microinyección espermática es una técnica de tratamiento de infertilidad que se realiza en el laboratorio. La técnica consiste en inyectar un espermatozoide seleccionado con precisión en el ovocito. Esta técnica, también conocida como ICSI (Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides), se utiliza cuando los espermatozoides tienen problemas para alcanzar y penetrar en el ovocito.
La microinyección espermática es una alternativa efectiva a otras técnicas de fertilización in vitro como la fecundación in vitro convencional. La técnica se realiza bajo un microscopio y permite seleccionar con precisión el espermatozoide más apto para fertilizar el ovocito.
Después de la microinyección espermática, el ovocito fertilizado se coloca en el útero en un proceso conocido como transferencia de embrión. El éxito de la técnica depende de diversos factores, como la edad de la mujer y la calidad de los ovocitos y espermatozoides.
Es importante tener en cuenta que, aunque la microinyección espermática es una técnica efectiva, no garantiza un embarazo. Sin embargo, es una opción prometedora para parejas que han tenido problemas para concebir de manera natural o con otras técnicas de fertilización in vitro.
Los pasos en una técnica ICSI (microinyección espermática)
El tratamiento de la fecundación in vitro comienza con una estimulación ovárica personalizada después de realizar controles ecográficos necesarios. La estimulación dura aproximadamente 15 días y consta de dos etapas: la primera para el desarrollo folicular y la segunda para inducir la ovulación.
Después de la punción ovárica, donde se obtiene el líquido folicular y se evalúan los ovocitos, comienza la fase de fecundación. En una fecundación convencional, se colocan los espermatozoides seleccionados en el medio de cultivo con los ovocitos y esperamos a que se produzca la fecundación.
Sin embargo, si la fecundación convencional falla, podemos recurrir a la técnica de Microinyección Espermática (ICSI) para transportar el espermatozoide directamente al óvulo. En este caso, el biólogo seleccionará el espermatozoide más capacitado para cada óvulo.
La elección de la técnica de fecundación dependerá de los resultados y pruebas previas y es fundamental personalizar el tratamiento y realizar pruebas a ambos, mujer y varón, para aumentar las posibilidades de éxito.
Si hay un fallo en la fecundación convencional, nos ayudaríamos de la técnica ICSI (Microinyección espermática) para transportar al espermatozoide dentro del óvulo. Es ésta técnica él o la biólogo/a será el encargado de seleccionar el espermatozoide mejor capacitado para cada óvulo
Escoger la técnica de fecundación va a depender de los resultados y pruebas previas. La individualización de cada paciente y la realización de pruebas a la mujer y varón es fundamental para aumentar las probabilidades de éxito del tratamiento.
¿Fecundación convencional o microinyección espermática (ICSI)?
La elección de la técnica adecuada depende del número de ovocitos obtenidos. Cuando se tienen una gran cantidad de ovocitos, se pueden utilizar ambas técnicas para aumentar las posibilidades de fecundación. En caso de fallo en la fecundación convencional, la microinyección espermática puede ser la solución. Sin embargo, cuando el número de ovocitos es limitado, se recomienda utilizar la técnica ICSI para asegurar una mayor tasa de éxito en la fecundación.
Después de la fecundación en el laboratorio, es hora de continuar con la siguiente etapa del proceso: la transferencia embrionaria.»
Tasas de éxito de una Fecundación in vitro
El éxito de esta técnica depende mucho de la edad de la mujer. Actualmente la tasa de embarazo por ciclo esta situada en torno al 40%-65%, en pacientes menores a 32 años la tasa de embarazo puede subir hasta el 70% por cada 3 ciclos.
Sabemos que para aumentar la tasa de éxito en un tratamiento de reproducción asistida es necesario individualizar cada caso, de esta manera los procesos serán específicos para cada paciente.
