La endometriosis es un tipo de patología benigna que consiste en la presencia de tejido endometrial fuera de su lugar habitual, el útero, lo cual puede producir diferentes síntomas, siendo los más comunes el dolor menstrual, el aumento del sangrado menstrual y la dificultad para lograr un embarazo.
La endometriosis, junto con los ovarios poliquísticos son las patologías que más observamos en la población joven con dificultades para quedarse embarazada
Es una patología que afecta entre el 15% y el 20% de la población femenina en edad reproductiva y generalmente transcurren muchos años asintomáticas o con síntomas leves a moderados hasta que se logra el diagnóstico, lamentablemente en la mayoría de los casos cuando la enfermedad ha progresado a niveles que dificultan su control.
En cuanto al tratamiento, es importante señalar que es una patología que no tiene cura. Simplemente se tratan los síntomas y se intenta controlar la progresión de la enfermedad.
¿Por qué se produce la endometriosis?
La causa de la endometriosis es desconocida, pero hay varias teorías que han tratado de explicarla.
Entre las más frecuentes, está la hipótesis que propone que parte del tejido endometrial en lugar de ser expulsado durante cada ciclo menstrual a través del cuello uterino hacia la vagina y el exterior, viaja en sentido inverso (retrógrado) hacia las trompas de Falopio y de allí a la cavidad pélvica, asentándose o implantándose en tejidos extrauterinos como los ovarios, la serosa retro-uterina, la vejiga o los intestinos, e incluso, en casos muy raros, en órganos extra-pélvicos como pulmón, piel, cerebro, etc.
Otra teoría supone que algunas células peritoneales son capaces de diferenciarse en tejido endometrial e implantarse en diferentes órganos pélvicos o extra-pélvicos.
Cualquiera que sea su origen, estas células con localización anómala, responden a los cambios hormonales del ciclo menstrual, creciendo y descamando (sangrando) con cada regla, con la diferencia de que esa sangre no sale al exterior sino que queda en la cavidad abdominal, produciendo los síntomas ya descritos.
Síntomas y diagnóstico
El diagnostico de certeza no es fácil y la sintomatología es muy importante para sospecharla y tratar de controlarla. La mayoría de las pacientes se quejan de dolor con la menstruación o fuera de ella, aumento en la cantidad de sangrado y dificultad para lograr embarazarse.
La ecografía trans-abdominal o preferiblemente trans-vaginal, orienta el diagnóstico si se visualizan la presencia de “quistes de chocolate “con contenido hemorrágico (endometriomas).
Pero el diagnóstico definitivo lo da la biopsia de los tejidos previa visualización por vía laparoscópica o por cirugía abierta de los focos de endometriosis en vejiga, intestinos y parametrios, la presencia de endometriomas en ovarios y/o las adherencias pélvicas.
La endometriosis, junto con los ovarios poliquísticos son las patologías que más frecuentemente observamos en la población joven con dificultades para quedarse embarazada
¿Cómo se trata la endometriosis?
En cuanto al tratamiento, es importante señalar que es una patología que no tiene cura.
Simplemente se tratan los síntomas y se intenta controlar la progresión de la enfermedad.
Existen tratamientos médicos con hormonas como las píldoras anticonceptivas para casos más leves, con supresores hormonales de la actividad ovárica para evitar los cambios cíclicos del tejido ectópico durante el ciclo menstrual y en casos más severos como la presencia de quistes endometriósicos o adherencias importantes que pueden acarrear obstrucción intestinal, el tratamiento es quirúrgico, bien sea la resección de quistes, liberación de adherencias y eliminación de otros focos visibles de endometriosis.
Tratamientos de fertilidad se presentan como una solución
En lo que respecta al campo de la fertilidad, si existen adherencias importantes que dificulten la progresión del ovocito, el espermatozoide o el embrión a través de las trompas, aun siendo estas permeables, generalmente hay que recurrir a técnicas de reproducción asistida como la Fertilización in Vitro (FIV).
Si, por el contrario, la movilidad y permeabilidad de las trompas no está comprometida pero existen quistes ováricos endometriósicos, dependiendo del tamaño del endometrioma puede llegar a requerirse la extirpación de los mismos antes de iniciar cualquier tipo de estimulación hormonal ovárica.
Finalmente, si el tejido ovárico remanente después de una cirugía por quistes ováricos es muy escaso o está muy adherido a estructura vecinas dificultando así un eventual procedimiento de punción para captación de ovocitos, se aconsejará a la paciente un tratamiento por ovodonación.