La estimulación ovárica es la primera fase de un tratamiento de fecundación in vitro (FIV) o de una inseminación artificial, tiene como objetivo lograr la maduración de varios folículos que permitan conseguir el número máximo de ovocitos.
Mediante la administración de medicamentos hormonales se consigue aumentar el número de ovocitos recuperados para fecundar y, con ello, el número de embriones y la posibilidad de conseguir un embarazo.
En Segrelles IVF individualizamos cada tratamiento para conseguir una tasa de éxito superior en cada paciente.
¿En que consiste la estimulación ovárica?
Antes de iniciar el tratamiento es necesario un estudio de la reserva ovárica para conocer con exactitud las posibilidades reales en cada paciente. Midiendo la reserva ovárica podemos hacer una estimación de la cantidad de ovocitos que podemos esperar, y personalizar la cantidad de medicamento que debemos suministrar a la paciente.
Un tratamiento de estimulación ovárica consiste en la administración de hormonas llamadas gonadotrofinas y agonistas o antagonistas de los gnRH por vía subcutánea, intramuscular, la combinación de ambos y spray. La forma más habitual es la subcutánea.
El inicio de este tratamiento deberá realizarse entre el primer y tercer día de regla y se acompaña de una ecografía vaginal para comprobar que el ovario está en reposo.
Con esta medicación se consigue que en ambos ovarios se desarrollen varios folículos (hiperestimulación ovárica controlada).
Se pueden seguir distintos protocolos:
Dentro de un proceso de estimulación ovárica, se pueden distinguir distintos procedimientos: protocolo ultracorto, corto, largo, con agonista y corto con antagonistas.
Todo ello de acuerdo con cada caso en particular, ya que la personalización de la paciente, es una de las claves del éxito en cualquier técnica o tratamiento de reproducción asistida
El desarrollo del ciclo se va evaluando mediante controles ecográficos y dosificaciones hormonales y en función de estos parámetros ajustamos las dosis.
La duración del tratamiento suele ser de 10-13 días, según la respuesta de la paciente, hasta alcanzar el tamaño adecuado de los folículos.
Es importante el seguimiento del ciclo con el fin de evitar posibles complicaciones
Estimulación ovárica efectos secundarios
Con la estimulación ovárica el ovario aumenta de tamaño debido al desarrollo de folículos en su interior, provocando que su tamaño aumente, lo que puede crear molestias abdominales o hinchazón.
Durante la estimulación y sobre todo cuando el tratamiento está llegando a su fin, se recomienda limitar los movimientos, como por ejemplo: no hacer movimientos bruscos, no tener relaciones sexuales, ni hacer ejercicio. De esta manera, evitaremos que se produzca una torsión ovárica.
Por último, podemos tener una respuesta exagerada al tratamiento, lo que se denomina síndrome de hiperestimulación ovárica (en la actualidad disponemos de varias pautas para evitarlo o minimizarlo). Este síndrome puede manifestarse de forma leve o moderada.
Algunos síntomas de la hiperestimulación ovárica son:
- Dolor abdominal de leve a moderado
- Hinchazón abdominal
- Náuseas, vómitos o diarrea
- Aumento de peso
- Sensibilidad en el área de los ovarios
Baja respuesta a una estimulación ovárica
Cuando una paciente tiene una baja respuesta a una estimulación ovárica quiere decir que los óvulos recuperados tras la función ovárica son de escasos o de baja calidad.
Hay algunos indicadores que nos pueden ayudar a predecir si vamos a encontrar una baja respuesta al tratamiento c0mo una edad avanzada, bajos niveles de estradiol en sangre o una endometriosis.
En la mayoría de los casos, la utilización de un nuevo protocolo o la modificación en el uso del ya empleado, permiten intentar nuevo un ciclo tras un periodo de descanso de entre 2 ó 3 meses.
Si tras varios intentos de estimulación no se ha conseguido una respuesta positiva, la utilización de óvulos de donante será la mejor alternativa para conseguir un embarazo.