VPH significa “virus del papiloma humano” y es la infección de transmisión sexual más común en la población adulta sexualmente activa.
Los síntomas del virus del papiloma humano son difíciles de detectar ya que la mayoría de pacientes no presentan ningún síntoma. La prevalencia es máxima en la segunda década de la vida, estimándose en un 20-25%, pero es muy variable según los hábitos de la población estudiada. Más tarde, la prevalencia disminuye considerablemente para estabilizarse hacia los 35 años, en unos valores cercanos al 5%.
Las infecciones genitales por Papiloma Humano (VPH) son muy comunes. De hecho, casi todas las personas sexualmente activas se contagian en algún momento de su vida.
Los síntomas del virus del papiloma humano son muy diversos debido a que la mayoría no tienen síntomas por lo que ni siquiera saben que están infectadas. La mayor parte de las infecciones derivadas por el virus del Papiloma Humano son inofensivas sin afectar al sistema inmunológico y desaparecen solas. Sin embargo, algunos tipos pueden provocar verrugas genitales o ciertos tipos de cáncer.
La forma clínica más frecuente de la infección, son los condilomas genitales que afectan el 1% de la población adulta sexualmente activa, pero la mayoría de infecciones son subclínicas o latentes. La forma clínica es la que se observa a simple vista; la subclínicas es la que requiere un instrumento, colposcopia, acético o citología para ser visualizada, y la infección latente es la que únicamente se detecta con test de DNA del virus.
Tipos de Papiloma Humano (VPH)
Existen más de 100 tipos de virus del papiloma humano, de los cuales 40 pueden infectar la piel y la mucosa genital y anal. Los condilomas acuminados o verrugas genitales son la expresión clínica de la infección por determinados tipos de virus del papiloma humano (VPH) considerados de bajo riesgo oncogénico.
Actualmente, los condilomas acuminados se consideran una de las enfermedades de transmisión sexual más frecuentes con una incidencia creciente en la mayoría de poblaciones. Aunque dicha patología se enmarca en los procesos no neoplásicos causados por el VPH, y por tanto en el espectro de los procesos benignos, diversos factores le confieren una gran importancia clínica.
La naturaleza propia de esta enfermedad, y las connotaciones vinculadas a la transmisión sexual provocan un gran impacto físico, emocional y psico-sexual entre las pacientes afectas.
Dos tipo de VPH (los tipos 6 y 11) causan la mayoría de los casos de verrugas genitales. Al menos una docena de tipos de VPH pueden provocar cáncer, si bien dos en particular, los tipos 16 y 18, son los causantes de la mayoría de los casos. A estos se los denomina VPH de alto riesgo. El cáncer cervical es comúnmente asociado al Virus del Papiloma Humano, pero también puede causar cáncer en tu vulva, vagina, pene, ano, boca y garganta.
¿Cómo se transmite el Virus del Papiloma Humano?
El VPH se transmite por contacto piel a piel cuando se tiene actividad o contacto sexual con alguien que esta infectado. Puede propagarse incluso sin que haya eyaculación y sin que el pene penetre en la vagina, el ano o la boca. El VPH suele desaparecer por sí mismo y la mayoría de las personas ni siquiera saben que alguna vez lo tuvieron. La mayoría de las personas que tienen relaciones sexuales se contagian del VPH en algún momento de sus vidas por esta razón es muy importante explicarle a la paciente que no se debe sentir avergonzada ni tener miedo.
Síntomas del VPH
La mayoría de las personas que tienen el Virus del Papiloma Humano no presentan ningún síntoma, ni problemas de salud, aunque algunos tipos pueden provocar cáncer.
Lamentablemente, la mayoría de las personas que tienen un tipo de VPH de alto riesgo no muestran signos de la infección hasta que ya ha causado graves problemas. Es por eso que los chequeos regulares son tan importantes. En muchos casos, el cáncer cervical se puede prevenir al detectar cambios anormales en las células que, de no tratarse, pueden convertirse en cáncer.
La citología vaginal o prueba de Papanicolaou, sirve para detectar estas células anormales en el cuello uterino. Esta no es una prueba que detecta cáncer o el Virus de Papiloma Humano de forma directa, pero puede descubrir cambios anormales en las células que seguramente son causados por el VPH. Las áreas afectadas pueden ser tratadas antes de que se vuelvan algo más grave
La infección por VPH no tiene cura, pero por lo general el cáncer tarda varios años en aparecer, lo que permite detectar y tratar las células anormales del cuello uterino antes de que se conviertan en células cancerosas. La gran mayoría de las infecciones por VPH son temporales y no son graves, de modo que a las mujeres portadoras de la infección, una vez diagnosticada, hay que insistirles en cumplir con los chequeos ginecológicos periódicos, que incluyan citología vaginal.
Diferencia entre el virus del Papiloma Humano y las verrugas genitales
Las verrugas genitales son protuberancias inofensivas que aparecen en la piel de tu vulva, vagina, cuello uterino, pene, escroto o ano. La mayoría de las verrugas genitales son causadas por dos tipos del VPH: el 6 y el 11. Las verrugas genitales son carnosas y blandas que a veces semejan una coliflor miniatura. Por lo general, son indoloras y se pueden tratar y quitar como las verrugas de las manos o los pies. Afortunadamente, las verrugas no son peligrosas y no provocan cáncer; por ello, a los tipos de virus que causan verrugas genitales se los llama “de bajo riesgo”. Sin embargo, pueden causar irritación y
molestias, y puedes transmitir el virus que las causó a otras personas.
¿Cómo saber si se tiene la infección por VPH?
Debido a que la infección por el Virus del Papiloma Humano es muy común y generalmente desaparece sola, la mayoría de las personas no saben que tienen el virus. Algunos síntomas del virus del Papiloma Humano se descubren al obtener un resultado anormal en la citología vaginal.
Las citologías o pruebas de Papanicolaou son muy importantes porque permiten detectar células anormales en el cuello uterino, generalmente causadas por el VPH, aunque como ya hemos dicho, estas pruebas detectan los cambios celulares provocados por el VPH, pero no el virus mismo.
También existe una prueba del VPH que permite detectar algunos síntomas del papiloma humano como algún virus de alto riesgo, pero solo se utiliza en ciertas situaciones:
- Mujeres de 25 años o más en lugar de la citología vaginal.
- Mujeres de 30 a 65 años junto con la citología vaginal.
- Como prueba de seguimiento cuando en la citología vaginal se encontraron células anormales o cuando los resultados del examen no son claros.
En las revisiones ginecológicas se pautará cuáles son las pruebas necesarias y con qué frecuencia deben hacerse. Si la prueba del Virus del Papiloma Humano da positivo, no significa que la paciente tenga cáncer, significa hay un tipo de VPH que puede aumentar el riesgo de cáncer futuro. Saberlo permite hacer un seguimiento adecuado. En la mayoría de los casos, la infección desaparece sin causar problemas. Sin embargo, es importante que tener en cuenta que aun cuando no se tenga síntomas, se puede contagiar el VPH a otras parejas. La frecuencia con que deben hacerse las pruebas depende de la edad, la 4 historia clínica y los resultados de la última citología vaginal o prueba del VPH.
Tratamientos para el Virus del Papiloma Humano (VPH)
La mayoría de las infecciones por el virus desaparecen por sí mismas. Si bien no existe cura para el Virus del Papiloma Humano, existen tratamientos para los problemas que este pueda causar. Si el resultado de la citología vaginal es anormal, puede necesitarse más exámenes y/o tratamientos incluyendo:
- Colposcopia: un procedimiento para observar más de cerca el cuello del útero para ver si hay células precancerosas.
- Crioterapia: tratamiento para congelar y extirpar las células precancerosas del cuello uterino.
- LEEP o procedimiento de escisión electroquirúrgico de asa: tratamiento para extirpar células precancerosas del cuello uterino por medio de una corriente eléctrica.
Evitar y prevenir el Papiloma Humano
La infección por VPH no tiene cura, pero hay muchas cosas que se pueden hacer para evitar que el VPH tenga efectos negativos nuestra salud. Existen vacunas que pueden prevenir que se contraigas cierto tipo del VPH. Los casos de alto riesgo del VPH pueden ser tratados fácilmente antes de que se conviertan en cáncer, por lo que es muy importante hacerse exámenes y citologías vaginales regularmente.
Si bien los preservativos y las barreras de látex bucales no ofrecen una protección perfecta, pueden ayudar al control y prevención y disminuir las probabilidades de contagio del VPH.
¿Cómo es la vacuna contra el VPH?
Existen tres marcas de la vacuna contra el VPH: Gardasil, Gardasil 9 y Cervarix. Todas estas vacunas protegen contra los tipos 16 y 18 del VPH , los dos tipos que causan el 70% de los casos de cáncer cervical. Gardasil también protege de los tipos 6 y 11, que causan el 90% de verrugas genitales. La Gardasil 9 también protege contra otros cinco tipos de VPH (tipos 31, 33, 45, 52 y 58) , menos frecuentes pero que también pueden provocar cáncer de cuello uterino, ano, vulva, o vagina.
Las vacunas contra el VPH se suministran en una serie de dosis inyectables Entre los 15 y 26 años, la vacuna se presenta en tres dosis separadas. La 5 segunda inyección es administrada dos meses después de la primera y la tercera cuatro meses después de la segunda. Por lo tanto, la vacunación se desarrolla a lo largo de unos seis meses. Para las niñas entre 9 y 14 años, sólo son necesarias dos dosis. La segunda inyección se administra seis meses después de la primera.
¿Quién debe vacunarse contra el VPH?
Todas las personas de entre 9 y 26 años pueden vacunarse para protegerse contra las verrugas genitales o los diferentes tipos del VPH que pueden provocar cáncer. La vacunación de las niñas se incluyó en el año 2008 en el Calendario aprobado por el Ministerio y se lleva a cabo a partir de los 11 años, para que estén vacunadas años antes de empezar la vida sexualmente activa. Es posible, también, vacunar a los niños en las mismas edades; de hecho este año 2017 ha sido el primero en que la Asociación
Española de Pediatría recomienda a las familias solicitar información sobre dicha vacuna para varones, si bien no está incluida en el calendario del Ministerio de Sanidad.
La vacuna no suele aplicarse a personas mayores de 26 años. Independientemente de la edad, es imprescindible consultar en las revisiones ginecológicas la conveniencia de vacunarse o el procedimiento a seguir.
¿La vacuna contra el VPH produce efectos secundarios?
Las investigaciones indican que la vacuna es segura. El efecto secundario más común es tener dolor y enrojecimiento temporal en el lugar de la aplicación.
Una de las razones por las que la vacuna contra el VPH es controvertida es porque previene una enfermedad de transmisión sexual y su administración a niños y niñas levanta suspicacias entre una parte de la población. El hecho de que la mayoría de las personas infectadas no desarrollan ni verrugas ni mucho menos cáncer, ha llevado también a cuestionar la idoneidad de la misma, sin embargo su inclusión en el Calendario Vacunal responde a la evidencia de la protección que ofrece frente a patologías graves como las que hemos descrito.
Si se tiene una infección por papiloma humano, ¿la vacuna sirve para tratarla?
No. Si ya se tiene una infección por el virus no podrá tratarse con la vacuna. No obstante, puede proteger contra otros tipos del VPH. Si ya se tiene una infección, se debe consultar con el médico para saber qué pruebas o tratamiento se necesita.
Si ya se ha sido vacunado contra el VPH, ¿igualmente se necesita realizar citologías vaginales/ pruebas de VPH?
Sí. Las citologías vaginales siguen siendo una manera importante para detectar y prevenir el cáncer cervical. La vacuna contra el VPH no protege contra todos los tipos del VPH que pueden provocar cáncer. Por lo tanto, sigue siendo importante hacerse la citología/pruebas para detectar cualquier cambio celular que pueda causar cáncer cervical.
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