La calidad de los embriones es un factor crítico en la fertilidad y el éxito de los tratamientos de reproducción asistida. Hay dos grandes grupos de factores que influyen en la calidad de los embriones: los factores intrínsecos propios del embrión y los factores extrínsecos.
El principal factor intrínseco es el embrión mismo, y la calidad de los embriones depende en última instancia de la calidad del óvulo y del esperma. La mujer y el hombre comparten factores mixtos que pueden influir en la calidad de los embriones, como el consumo de café, tabaco, alcohol, sobrepeso, y la edad.
En la mujer, patologías como la endometriosis o el síndrome del ovario poliquístico pueden influir negativamente en la calidad de los óvulos. En el hombre, los problemas de calidad de los espermatozoides, como la oligospermia o la baja movilidad, pueden ser identificados a través de un análisis de semen.
Sin embargo, la edad es el factor determinante más importante en la calidad de los embriones. Después de los 35 años, la calidad ovocitaria disminuye y las tasas de fertilidad comienzan a disminuir.
Además, los protocolos de estimulación y los tratamientos previos pueden influir en la calidad de los ovocitos, pero es importante destacar que no existe un complemento o vitamina que pueda mejorar la calidad ovocitaria. En cambio, un estilo de vida saludable, con una alimentación equilibrada y una actividad física moderada, puede mejorar el estado de salud general y, en consecuencia, la calidad ovocitaria.
Es importante tener en cuenta que la calidad de los embriones es un factor clave en el éxito de los tratamientos de reproducción asistida y que es fundamental trabajar en la prevención y mejora de los factores intrínsecos y extrínsecos que afectan a la calidad de los mismos. La identificación temprana de cualquier problema de fertilidad y la colaboración con un equipo médico especializado pueden ayudar a maximizar las posibilidades de éxito en el camino hacia el embarazo deseado.
Prevención calidad de embriones: La edad de la mujer
El mayor problema que existe es la edad y esa es la autentica prevención: a partir de los 35 años la calidad ovocitaria empeora, es decir, las tasas de fertilidad empiezan a bajar.
Desde Segrelles IVF recomendamos a aquellas mujeres, con una edad cercana a los 35 años, que no saben cuanto se va a retrasar su maternidad que piensen en tratamientos de preservación de la fertilidad.
Valorar la calidad de los embriones
En un tratamiento de Fecundación in vitro, la técnica ICSI realiza la fecundación en el laboratorio y por lo tanto es responsabilidad de los embriólogos la valoración directa de la calidad de los embriones.
Para que esta información sea objetiva, independientemente del centro al que acudan, se hace necesario que todos los profesionales tengamos un mismo idioma y los mismos criterios a la hora de valorar los embriones. Para que esto sea posible, la Asociación para el estudio de la Biología de la Reproducción (ASEBIR), ha publicado durante los últimos 10 años una guía a seguir con los criterios que deben utilizarse para la valoración embrionaria.
Esta clasificación está basada en los resultados de múltiples estudios multicéntricos, llevados a cabo en diferentes centros de reproducción asistida y también según información recogida de la literatura científica publicada. Esta clasificación es dinámica y está sujeta a modificaciones siempre basadas en la evidencia científica.
¿Por qué existe la necesidad de una clasificación?
El porqué de la necesidad de una valoración embrionaria se debe a que durante el proceso de Reproducción asistida se suelen obtener más de un embrión, por lo que la clasificación de los embriones es necesaria para poder determinar el mejor ó los mejores (1 o 2 embriones por transferencia, dependiendo del caso), puesto que la calidad de los embriones es determinante a la hora de elegir cuales serán transferidos.
¿En qué se basa la clasificación embrionaria?
Se basa en la observación de una serie de características morfológicas de los embriones (nº de células, tamaño y ritmo de división de las mimas, grado de multinucleación, porcentaje de fragmentación, presencia de vacuolas…) en intervalos de tiempo concretos (16-18h, 44-45h, 68-69h…). Esto nos permite clasificar a los embriones en 4 categorías siguiendo las letras iniciales del abecedario(A , B, C, y D), siendo la A la que tendría mejor grado y por consiguiente al de mayor probabilidad de implantación y nacido vivo con respecto a la D, de peor grado evolutivo y que presentaría, en teoría, 3 veces menos probabilidad que la A de implantación.
Este concepto es importante aclararlo, puesto que aunque la transferencia de embriones A o B tiene más probabilidades de gestación que la transferencia de embriones C o D, no quiere decir que estos no se puedan transferir o no acaben en gestaciones, de la misma manera que tampoco la transferencia de embriones A o B garantiza al 100% la gestación. Puede suceder que la gestación no se obtenga con los embriones de mejor calidad en fresco y sí con los de menor calidad que han sido primeramente vitrificados en un proceso previo por ser embriones sobrantes tras la primera selección y ahora posteriormente desvitrificados.
Esto se explica porque durante el tratamiento, intervienen múltiples factores además de la calidad embrionaria, como son la edad de la paciente, la estimulación ovárica, procesos o enfermedades concomitantes en el momento del ciclo, el estado anímico…
Como hemos dicho la evaluación del embrión se realiza en momentos concretos en los que debe haber unas características morfológicas determinadas que definen el desarrollo y la calidad de los embriones.
- Día 1 (16-18h postfecundación): El embrión debe presentar dos pronúcleos (uno del óvulo y uno del espermatozoide) y dos corpúsculos polares (que indica que se ha completado la meiosis en el óvulo). Además el citoplasma debe presentar un aspecto uniforme y liso.
- Día 2 (44-45h postfecundación): El embrión debe estar en estadio de 4 células de tamaños similares y con un solo núcleo cada una. Si presenta más o menos células bajaría de categoría A pero se seguiría la evolución porque sigue siendo un embrión viable y valido para transferir. Además también se valoraría la presencia de fragmentación, vacuolas… que son características negativas en la categorización embrionaria.
- Día 3 (68-69h postfecundación): Se siguen analizando los mimos parámetros que en día 2, así como el ritmo de división. Los embriones de mejor calidad son aquellos que presenten 7-8 células. En este día se suelen transferir los embriones.
- Si la transferencia no se realiza en el día 3 se dejarían en evolución hasta el día 5-6. Durante estos días de desarrollo, el embrión cambia totalmente de estructura pasando a denominarse blastocisto.
La clasificación embrionaria nos aporta información sobre cómo ha sido el desarrollo embrionario en el ciclo, pero como hemos dicho anteriormente, no puede garantizar el embarazo ya que intervienen múltiples factores.
En Segrelles IVF, durante el desarrollo de todo el procedimiento que va desde la obtención de los embriones hasta el día de la transferencia, existe una comunicación permanente con los pacientes para informarles de la evolución y calidad de los embriones.