Los anestesiólogos sabemos, porque así lo expresan muchos enfermos, que gran parte de la inquietud y miedo que se siente al enfrentarse a una intervención quirúrgica está causado por la anestesia y no por la propia intervención. Sin duda, el responsable de esa sensación de miedo es la desinformación y el desconocimiento.
En este artículo tratamos de darle respuesta a la mayoría de sus dudas, pero seguramente no conseguiremos aclararlas todas; por ello le instamos a que consulte con su anestesiólogo cualquier preocupación que tenga antes de una intervención.
¿Qué es la anestesia ?
El nombre anestesia deriva del griego “a aisthesis” (a- estesia), se define como la privación total o parcial de la sensibilidad producida por causas patológicas o provocada con finalidad médica. La Anestesiología es la ciencia médica que se ocupa del alivio del dolor y el cuidado global del paciente quirúrgico antes, durante y después de la cirugía.
¿Quién es el anestesista?
Una parte importante de las personas que han pasado por una intervención quirúrgica probablemente no han llegado a conocer a su anestesiólogo (que es el término adecuado), Para ellos sólo fue el doctor que le hizo dormir y después le despertó, sin que sepan con claridad cuál fue su misión entre esos dos hechos que constituyen todo su recuerdo de la anestesia.
En realidad, el papel primordial del anestesiólogo dentro del quirófano va mucho más allá de “dormir” a los pacientes, consiste en proteger y regular sus funciones vitales de forma que la intervención quirúrgica le ocasione las menores alteraciones posibles. Estos especialistas son, de hecho, los doctores encargados de diagnosticar y tratar cualquier problema o incidente médico que surja durante la intervención o en el período inmediatamente posterior.
El anestesiólogo es el especialista “perioperatorio”, esto es, el encargado del cuidado médico del paciente a todo lo largo de su proceso quirúrgico. Ello incluye el estudio y preparación del mismo antes de la intervención (preoperatorio), la supresión del dolor y la vigilancia de las constantes vitales durante la cirugía (intraoperatorio), y la continuación de estos cuidados una vez finalizada la intervención, hasta que el paciente está en condiciones de volver a la habitación o irse de alta, todo ello manteniendo una comunicación permanente con el equipo de cirujanos.
Existen diferentes tipos de anestesia
- Sedación mínima ( Ansiolisis )
Estado anímico inducido por fármacos durante el que el paciente responde con normalidad a las órdenes verbales.
- Sedación consciente
Disminución de la conciencia inducido por fármacos, durante la cual el paciente responde correctamente a las órdenes verbales exclusivamente o acompañadas de estimulación táctil ligera.
- Sedación profunda
Disminución de la conciencia inducido por fármacos, durante la cual el paciente solo puede ser despertado tras un estímulo repetido o doloroso.
- Anestesia General
Estado en el que el paciente permanece inconsciente y no recibe ningún tipo de sensación. Se consigue mediante la administración de fármacos; algunos de éstos se inyectan por vía intravenosa y otros se inhalan en forma de gases o vapores.
El anestesiólogo calcula permanentemente las dosis para ajustar el nivel de anestesia a las necesidades de la intervención y a las características de cada paciente. Además, emplea una serie de técnicas para mantener la respiración y la circulación dentro de los limites normales, asistido por un sofisticado equipo electrónico de monitorización. Una vez finalizada la intervención, el anestesiólogo revierte el efecto de la medicación anestésica y el paciente recobra la conciencia y el control de sus funciones vitales, en un plazo más o menos largo que varía según el paciente y la intervención.
- Anestesia Regional
Se duerme la zona del cuerpo que va a ser operada. Para ello, el anestesiólogo inyecta una determinada solución de anestésico cerca de los nervios que reciben la sensibilidad de dicha zona. El paciente permanece despierto o con una sedación ligera, pero no recibe sensación dolorosa alguna. Hay diversas técnicas, dependiendo de la zona a operar, pero las más empleadas son la epidural y la espinal.
- Anestesia Local
El anestésico se aplica directamente sobre los tejidos de la zona que se va a intervenir. Se emplea para intervenciones menores sobre partes muy circunscritas, como la mano, el pie o el ojo. A veces la aplica el propio cirujano
En realidad, el papel primordial del anestesiólogo dentro del quirófano va mucho más allá de “dormir” a los pacientes, consiste en proteger y regular sus funciones vitales de forma que la intervención quirúrgica le ocasione las menores alteraciones posibles.
¿Cuáles son los riesgos de la anestesia?
Todas las intervenciones quirúrgicas y todas las anestesias conllevan algún tipo de riesgo, el cual es muy variable dependiendo, sobre todo, del tipo de intervención y del estado físico previo del paciente.
Las complicaciones relacionadas con la anestesia han descendido notablemente durante los últimos 25 años, coincidiendo con la incorporación de medicaciones más potentes y seguras, y con el desarrollo de sofisticados sistemas de control y monitorización.
Actualmente se calcula que el riesgo de muerte directamente causada por la anestesia es de un caso por cada 200.000 procesos, bastante inferior al riesgo de sufrir un accidente grave de circulación.
¿Puedo elegir el tipo de anestesia?
Hay intervenciones que se pueden realizar con diferentes tipos de anestesia, pero en otras no existe esa posibilidad de elegir. Su anestesiólogo, tras estudiar su caso particular, le explicará las opciones que tiene, y las ventajas e inconvenientes de cada una de ellas, aconsejándole cuál de las técnicas es más adecuada a su caso.
¿Qué sucede con la anestesia después de que pierdo el conocimiento?
Una vez que Vd. ha quedado inconsciente, el anestesiólogo comienza realmente con la parte más delicada de su trabajo, que consistirá en controlar sus constantes vitales y tratar cualquier alteración que se produzca en su estado físico durante la intervención. Basándose en sus propios conocimientos y experiencia, se servirá de unos sofisticados sistemas de monitorización electrónica y le administrará una serie de medicaciones. Algunas son necesarias para mantener su estado de inconsciencia durante el tiempo que dure la cirugía, y otras le regularán el funcionamiento de sus órganos vitales –principalmente el ritmo cardíaco, la tensión arterial, la respiración y las funciones renal y cerebral.
De esta forma, el anestesiólogo tratará cualquier problema médico que se presente durante la intervención. Una vez concluida la misma, se retira la medicación anestésica y se revierten sus efectos.
Durante la fase de recuperación o despertar, el anestesiólogo iniciará el tratamiento necesario para atenuar el dolor y las molestias del postoperatorio.